Gracias AMERICA

En este momento, con un nudo en la garganta y con las entrañas quemándome, intento gritar pero el vacío en el que me encuentro impide que el sonido se propague. Tal vez no entiendan lo que se siente cuando una pesadilla se hace realidad, solo sé que siempre pensamos que eso jamás nos va a pasar y no nos preparamos para la cruel realidad cuando despiertas y te das cuenta que no estabas soñando y que la maldita pesadilla ya no es un sueño sino que tristemente se ha convertido en noticia. En ese momento es cuando me doy cuenta que es más lo que me has dado que lo que me has quitado y solo atino a escribir: Gracias AMERICA.

Gracias AMERICA por permitirme tener una casa que alberga hasta 30.000 personas y que aunque nunca se llene puedo decir que es el único sitio donde de verdad me siento confortable pensando que mi lugar, y mi hogar, en el mundo se reduce a dos asientos en primera fila en el sector ocho.  

Gracias AMERICA por enseñarme que una familia no siempre debe compartir la sangre sino la pasión y el respeto por lo que hagas, pienses o digas; una familia que jamás disfruta con tus desgracias, sino que al contrario te apoya y aplica literalmente el cántico al unísono de “en las malas mucho más”, como en teoría debería pasar en una familia sanguínea. Un grupo donde los abrazos son desinteresados y las risas son verdaderas; donde el corazón late al mismo ritmo sin necesidad de fingir una sincronía hipócrita.

Gracias AMERICA por permitirme entender que la grandeza no se mide solamente por los amigos sino también por los enemigos, porque en un país donde la envidia no es un defecto sino una virtud toda la nación estuvo reunida en torno a ti.

Gracias AMERICA por demostrar que la soberbia y la insensatez tarde o temprano se castigan.

Gracias AMERICA por dejar que solamente celebre los triunfos propios y no los ajenos como los demás y lo que es peor que tengan el descaro de agradecerle a Dios por eso.

Pero ante todo gracias AMERICA por  dejarme ser parte de ti, por permitirme conocer personas valiosas, por enseñarme que otras no lo eran y confirmar que otras nunca han dejado de ser lo que siempre fueron aunque hayan tratado de maquillarse con una máscara falsa de religiosidad, pero ante todo por que aprendí que desde arriba todo se ve de un color diferente, un mundo donde el color de la sangre lo dice todo. 


No sé que pueden sentir los que no comparten esta pasión, pero de lo único que puedo estar seguro es que sin ellos no seriamos lo que somos, gracias a todos por seguirnos demostrando que aunque nos encontremos en este momento un piso por debajo siempre van a seguir mirando hacia arriba cuando intenten humillarnos; eso si de algo pueden estar seguros: AMERICA SON COSAS DEL CORAZON!