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lunes, 10 de febrero de 2014

SUEÑOS

Siempre. Desde muy pequeño soñó, algunas veces con ser grande, otras con ser famoso o un buen jugador de fútbol. Soñaba con ser importante y hacer algo por lo que los suyos se sintieran orgullosos; soñó con ser astronauta, e ir a la luna, porque era la moda del momento. Muchos sueños pasaron por su mente, muchas metas que poco a poco iban desapareciendo a medida que crecía y aparecían nuevos sueños, más cercanos, mas posibles. Cambió los cohetes espaciales por los bailarines y cantantes, pero una vez más fracasó en el intento y los sueños quedaron convertidos en lo que son: simples conjeturas de la mente para vivir fantasías. Quería ser artista pero la brusquedad de la realidad lo volvió a su sitio.

Creció y aunque pareciera que después de rudos despertares los sueños lo abandonaran, no era así. Aparecían nuevas imágenes en la cabeza para imaginar nuevamente como sería la vida si esas fantasías se hicieran realidad, como por ejemplo alucinaba pensando en ser un gran deportista y que su nombre apareciera en la televisión nacional brindando alegría a todos, pero nuevamente se desvanecían ante un las adversidades y la incapacidad.

Luego parecía que la vida cambiaba los espejismos y alucinaciones que mostraban la idea que su cuerpo se encontrara dentro de una botella de licor o que su cuerpo fuera un recipiente para alojar a los conocidos diablillos, que eran un tipo de pólvora, trágicamente muy conocido entre las juventudes de esa época. El sol parecía brillar cuando un cambio de clima, de ambiente, de ciudad apareció de la nada y repentinamente las pesadillas volvían a ser sueños buenos. Cambios se vinieron adelante y al fin uno de los tantos sueños se había convertido en realidad; vivía en una ciudad de verdad. Temía despertar algún día tendido en el piso, ebrio y con uno o dos compañeros sin vida después de una noche de despecho y lágrimas, pero no. La vida sonreía y el sol calentaba brindando una sensación cálida que hacía mucho tiempo no sentía.

Nuevos retos, nuevos amigos, nuevas virtudes y un gusto inusual por el estudio hicieron que pensara, y soñara nuevamente, por fin en un futuro real, una vida con contratiempos y compromisos. La fantasía de tener algo propio empezó a rondar por la mente y poco a poco se hizo realidad: empleo, estudio y hogar hicieron parte de un todo por mucho tiempo, hasta que bruscamente todo se convirtió en un sueño más con un áspero despertar. Pero las cosas debían seguir y así como las desilusiones aparecieron, también aparecieron esperanzas nuevas y sucesos reales que hacían ver que esta vez no estaba soñando. Compañía, apoyo y las risas aparecieron nuevamente y la felicidad flotó en un mar de amargura, con una máscara escondiendo esa tranquilidad para no parecer vulnerable.

La vida siguió con su paso y los años inclementes pasaron llevándose consigo el pelo y su color negro; pero no los sueños, que siguen ahí, pero esta vez no anhelando ir al espacio, sino posiblemente soñando con bajar de las nubes.


Siempre cerca, siempre lejos.....

2 comentarios:

CRIVE dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
CRIVE dijo...

Me alegra ser parte de tu realidad, y sabes que cuentas conmigo para volver los demás sueños realidad, ya con los pies bien puestos sobre la tierra pero sin dejar de soñar. TE AMO