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viernes, 25 de mayo de 2018

THIS IS LOCOMBIA


A pocas horas de definir la situación del país por los próximos cuatro años y viendo publicaciones en las redes sociales se llega fácilmente a la conclusión que somos un muladar de extremos. Por un lado se encuentra el candidato de la derecha, la misma que nos lleva gobernando más de doscientos años y que su mayor logro ha sido que nos declaren “el país más feliz del mundo”, por cierto ¿dónde está el ranking ese? Aquel candidato que no tiene seguidores (no hay ninguno que se llame Duquista) y cuya hoja de vida y experiencia se puede imprimir en una tarjeta de presentación en letra Arial 14 y con márgenes de normas APA(?). Y en la otra orilla se encuentra la izquierda; esa fuerza recalcitrante, oprimida y escondida que alienta al candidato de la Colombia humana, aquellos seguidores que odian a todo lo que tenga que ver con la derecha y peor aún si esas cosas tienen que ver con el mentor del “muchacho canoso, católico evangélico y paisa rolo”. Nos debatimos entre el odio de esas dos corrientes ideológicas, mientras la derecha utiliza el miedo para que la gente salga verraca a votar; en la acera del frente nos enfrentamos a la superioridad moral de los petristas (esos si existen) que creen que si no es él, no será nadie. Entonces nos encontramos que las dos mayorías dicen ganar en primera vuelta, en caso de no pasar eso habrá fraude. Estamos inundados de insultos, fake news, memes (importantísimos para los medios) y muchas pero muchas mentiras que calan en un pueblo que su mayor fuente de información es el q´hubo. Castrochavista, uribestia, mamerto, paraco e hijueputa son los nuevos adjetivos usados para expresar la indignación para el que piense lo contrario.

Estamos tan polarizados que al candidato que no ha querido entrar en ese juego y no descalifica a sus contendores con insultos lo consideramos “el tibio” solamente porque quiere ser un conciliador, el tibio porque no insulta al rival que no me gusta, el tibio porque no pelea en un país que se acostumbró a pelear.

El problema de los candidatos es tan jodido que el mejor, el señor De la Street(?) quien es el más decente, mejor persona, intachable y tal vez el mejor preparado lo respalda un partido que ha parido próceres del talante de AUV, Vivian Morales y Roy Barreras. Eso lo dice todo y lo enterró anticipadamente para infortunio del chochal en el que vivimos.
Lastimosamente nos caracterizamos por ser arribistas, intolerantes, tramposos, hipócritas, aprovechar los papayazos – generalizo porque individualizar es muy difícil en un país tan diverso pero esas son las características de la mayoría de colombianos lastimosamente – tenemos un gen de hijueputas interno que a veces despierta lo peor de cada uno. Ahí es donde encaja el candidato que mejor nos representa como patria: don coscorrón.

Así estamos de jodidos para el domingo, donde seguramente escojamos el odio por encima del país, donde después de las 5 PM hablaremos de fraude, donde escojamos mal porque es nuestra naturaleza. Quiero equivocarme pero después de los resultados de las legislativas no se puede esperar otra cosa.

Eso si, ahora llega el mundial de Rusia y cuando juegue Colombia nos abrazaremos y cantaremos los goles juntos porque lo importante es hacer patria alentando a la selección. ¿elecciones? ¡Pa´que hijueputas!

Como dijo el gran Carlos Vives alguna vez “Ser colombiano es una bendición de Dios”, lástima que Él no piense lo mismo (?).

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