Admiración
A medida
que pasa el tiempo vamos cambiando, madurando o envejeciendo, todo depende del
punto de vista de cada uno, igualmente cambiamos los personajes a quienes
admiramos. Al inicio solo admiramos personajes famosos, deportistas por lo
general; esas estrellas que parecen lejanas e inalcanzables pero con el
trascurso del tiempo esa admiración empieza a dirigirse a personajes más
tangibles, más cercanos, a esos que en la cotidianidad te encontrás y
posiblemente saludás con gesto amistoso y probablemente tu saludo sea devuelto.
Tal vez esto se deba a que a medida que vas viviendo vas encontrando personas
que de una u otra forma hacen cosas que te causan admiración.
Hace unos
días encontré a dos actores de un espectáculo pocas veces visto por estos
lares: subir veintidós veces y media al cerro de las Tres Cruces para obtener
un desnivel positivo que iguale la altura del Monte Everest; Everesting Trail se
llamó este reto que consistía en hacer ese recorrido sin parar, sin dormir. Y
así fue. Varios se unieron al reto haciendo subidas acompañando a estos
guerreros, varios (la mayoría) sucumbió y solo otros tres “locos” realizaron
todo el recorrido. A los nombres de Hugo y Germán se suman los de Germani,
Valentín y Juan que realizaron la totalidad de subidas requeridas;
además de Ivy y Carlos que no subieron pero estuvieron (todo el tiempo que
tardó el evento) pendientes de los otros protagonistas sin descuidarlos un
segundo.
¿Cómo no
admirar a personas que realizan una hazaña de este tipo? Lo mejor es que esos
tipos a los que admiras te permitieron ser uno más en ese reto, a alguien que a
pesar de no tener la capacidad o nivel necesario para afrontar un reto así pudo
acompañarlos en algunas (muy pocas) subidas, sin discriminación, sin peros; eso
solo los engrandece. Admiración total.
También se debe
admirar a alguien que te acompañe en las buenas y las malas, a quien no te
juzgue, que te ayude y que además esté pendiente de ti y sea alcahueta. Si, es
con vos, Cristina, solo por el hecho de aguantarme sos admirable.
Aunque la
admiración no solo debe ser para las cosas buenas como éstas sino también
aplica para cosas que no nos agradan. Buscando la definición encontré esta que
se ajusta a lo que digo: #Admirar. (Del lat. admirāri). 1. tr. Causar sorpresa
la vista o consideración de algo extraordinario o inesperado." Entonces no solo se admira lo bueno sino lo
malo como por ejemplo admirar a los motociclistas que transitan por los andenes
porque lo hacen sin sonrojarse, a las personas que se cuelan en las filas
porque son más “vivos”, al cínico ex que se niega al olvido y hace cualquier
cosa para estar vigente, a aquellos que
hacen trampa y aun así presumen de eso, a aquellos que reclaman al gobierno
pero jamás votan, a los que no respetan las leyes pero se emputan cuando les
hacen un comparendo; incluso a usted que llegó hasta acá y leyó todo.
Admiremos más
cosas buenas y menos malas, no seamos el hijueputa que anda en contravía
atropellando a los demás y saca pecho por eso, en fin, no seamos como Paloma o su mesías(?).
1 comentario:
Un año despues, adniremos los que se quedan en casa o salen por que deben cumplir con el deber, no seamos el hijueputa que sale de casa a chimbiar sin tener que hacerlo en pleno tiempo de pandemia mundial.
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